El título ya nos avanza que estamos ante un melodrama y nos augura un triste final.
Tuvo tres nominaciones al oscar: mejor película, mejor actriz principal y mejor banda sonora original. Se basa en una obra de teatro de George E. Breweer Jr. y Bertramn Bloch, cuyos derechos adquirió la Warner por deseo expreso de Bette Davis.
La protagonista es joven, dinámica, rica y caprichosa, le gusta divertirse y vivir la vida, pero entonces empieza a tener unos síntomas que preocupan a su médico de cabecera que la lleva a un neurólogo que diagnosticará un tumor cerebral.
Es muy interesante analizar la relación médico-enfermo, podemos emplear en el ámbito docente un fragmento en el que aparece una exploración neurológica, para que los alumnos repasen la exploración, analicen si es correcta o no, qué pruebas faltan, etc. También se plantean cuestiones éticas como el paternalismo (recordemos la época en la que se rodó la película), el ocultar información a la paciente, o el secreto profesional.
Yo utilizo diversos fragmentos de este melodrama en docencia, por ejemplo, en Medicina para explicar la exploración neurológica o en la asignatura Ética en investigación del máster en Neurocontrol Motor de la Universidad Rey Juan Carlos.
Se hizo una nueva versión sobre esta película que se tituló "Horas robadas" (1963) con Susan Hayward como protagonista pero fue de inferior calidad y pasó sin pena ni gloria.
Yo utilizo diversos fragmentos de este melodrama en docencia, por ejemplo, en Medicina para explicar la exploración neurológica o en la asignatura Ética en investigación del máster en Neurocontrol Motor de la Universidad Rey Juan Carlos.
Se hizo una nueva versión sobre esta película que se tituló "Horas robadas" (1963) con Susan Hayward como protagonista pero fue de inferior calidad y pasó sin pena ni gloria.
La película es magnífica, la interpretación de la Davis soberbia. Se tocan muchos temas de interés desde el punto de vista médico, por ejemplo cuestiones éticas.
ResponderEliminarUna película totalmente recomendable.
Sí, es magnífica, pero para verla es necesario coger pañuelos. Quien avisa no es traidor.
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