La otra mirada es una serie de televisión de la que hemos podido ver dos temporadas. La historia se desarrolla en Sevilla a principio de los años 20, cuando las mujeres no tenían los mismos derechos que los hombres, no podían votar, decidir por sí mismas, o pedir un préstamo en el banco. Algunas jovencitas querían estudiar, pero no lo tenían fácil. Cómo han cambiado las cosas en España, pues ahora la igualdad está garantizada.
Pero no quiero hablar de la serie en general, de los esfuerzos de las profesoras y estudiantes de una academia de señoritas de buena familia de Sevilla, o de los aires nuevos que trae Teresa, una mujer de mundo poco convencional.
De lo que quiero hablar es de las referencia a la enfermedad mental que podemos encontrar en esta serie. Elías es un joven jardinero que acaba de llegar del pueblo, donde los padres lo tenían prácticamente encerrado en casa para que la gente no lo tacharan de loco o de raro. Mencionan que un tío suyo había tenido los mismos síntomas, quizás por mostrar la posibilidad de que se trate de una enfermedad hereditaria.
El joven parece bueno y pacífico, siempre preocupado por cuidar de las plantas. Se enamora de una de las señoritas, Margarita, la más empollona. Ella también se siente atraída por el muchacho, algo que le sorprende pues siempre había deseado enamorarse de un muchacho con una buena posición social y no de un pueblerino.
En una ocasión están charlando en un parque y él le dice que tienen que marcharse, que han venido a buscarles, y en otra ocasión le dice que escucha voces y que le persiguen.
La joven al principio se asusta y trata de cortar la relación, pero él la sigue a todas partes como un perrito faldero. Margarita habla con Ramón, el chapuzas del colegio, que es el que ha traído a Elías del pueblo, y él le pide que no cuente nada porque lo echarían, y él no puede volver a su casa. La chica no sólo calla, se dedica a leer un libro de psiquiatría y descubre que lo que le pasa al jardinero tiene nombre: esquizofrenia, y así se lo cuenta a Ramón.
Podemos ver varios episodios en los que escucha voces, se desorienta, e incluso en una ocasión se muestra agresivo, pero porque piensa que le están haciendo algo a su amada.
La directora del colegio se enfada con Ramón por no haber dicho nada de la enfermedad del muchacho, pero decide darle una nueva oportunidad, siempre y cuando le vea un médico. El padre de Manuela, la directora, es médico, visita a Elías y confirma que tiene una esquizofrenia, enfermedad mental que no tiene cura, aunque les da unas recomendaciones, que descanse, se aliente bien, esté tranquilo, etc. No aconseja que lo internen en un centro son terribles y allí sólo conseguirá empeorar. Margarita y Ramón dicen que le van a ayudar.
La joven está enamorada y así se lo hace saber a Elías, pero él piensa que con su enfermedad le va a amargar la vida e intenta suicidarse, aunque al final, entre Ramón, Margarita y profesoras del colegio logran evitar la tentativa de suicidio por precipitación.
Al final de la segunda temporada se menciona que le va a ver un psiquiatra muy bueno de Barcelona. Margarita quiere estudiar Medicina y especializarse en Psiquiatría, y poder investigar sobre la esquizofrenia.