Seguro que la mayoría de los que leáis esta entrada habéis visto la película E.T. de Spielberg, y si no lo habéis hecho podéis apuntarla en la lista de cosas pendientes.
Si la habéis visto, seguro que recordaréis al extraterrestre diciendo aquello de..."Teléfono...Mi casa", más o menos lo que hemos dicho, o pensado la mayoría durante el encierro impuesto durante la pandemia. Qué sería de nosotros sin el teléfono para teletrabajar, mandarnos memes, hablar con parientes o amigos, jugar o mil cosas más. Para mantenernos, en suma, en contacto con el exterior, con nuestra vida anterior.
Vivir con miedo es ser esclavos, tomando una frase de la magnífica película de Ciencia ficción Blade Runner (1982): "Es toda una experiencia vivir con miedo, ¿verdad? Eso es lo que significa ser un esclavo".
Y lo de "mi casa", podría significar hartazgo por estar tanto tiempo encerrados o una querencia desmesurada por nuestras cuatro paredes, como el Gollum cuando decía "mi tesooooroooo". Una especie de síndrome de Estocolmo domiciliario. Algunos con unas ganas desmesuradas de salir, otros. convertidos casi en ermitaños, acostumbrados al encierro, seguros y protegidos en su guarida o nuevo mundo, ajenos a lo que llaman ahora nueva normalidad. Y la verdad es que me pone mala cada vez que lo oigo, pues me parece que oculta algo oscuro. Muchas mentiras, mucha ineptitud, pero debajo de todo eso una clara hoja de ruta. Reflexionemos.
Tal vez en esta situación nos pueda servir una frase de la película El ultimátum de Bourne (2007): "Mi regla número uno es: espera lo mejor y prevé lo peor".
Y mientras tanto, frases vacías y falsas que no son de cine, pero podrían serlo: "Todo va a ir bien" (¿Cómo va a ir bien con más de 40.000 muertos y con España arruinada?), "De esta salimos más fuertes y mejores". A saber cómo salimos, y eso los que hayan salido. Supongo que estas frases son para dar ánimos, pero no son verdad, son frases huecas para salir del paso, quizás queremos creerlas porque son mejores que la realidad, esa realidad que han intentado ocultarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario