Bienvenidos de nuevo al ciclo de Alfred Hitchcock. Hoy os voy a hablar de la película La trama, la última que rodó el mago del suspense, pero antes de empezar quiero compartir con vosotros el enlace de una entrada de CINEMED donde recopilo las películas que se comentaron anteriormente dentro de este ciclo.
Como siempre os digo os recomiendo ver la película y después leer esta entrada. Me centraré, principalmente, en los aspectos médicos.
A continuación os dejo el trailer de la película
Ficha técnica:
- Título: La trama
- Título original: Family Plot
- Año: 1976
- Director: Alfred Hitchcock
- Guion: Ernest Lehman, inspirado en la novela The Rainbird Pattern de Victor Canning
- Música: John Williams
- Fotografía: Leonard J. South
Sinopsis:
Blanche es una espiritista que se gana la vida engañando a ingenuos clientes con sus supuestas habilidades para entrar en contacto con el más allá. En una ocasión está en una sesión de espiritisno con Julia Rainbird, una anciana millonaria que busca a su sobrino, al que dio en adopción 40 años atrás. Ahora siente remordimientos por lo que le obligó a hacer a su hermana, ya fallecida, así que le dice a la médium que con sus poderes y de manera discreta intente encontrarlo y que si encuentra al sobrino desaparecido le dará una buena recompensa de 10.000 dólares. La médium no puede desperdiciar esta oportunidad y le pide ayuda a su novio, George Lumley, un actor que trabaja como taxista. Ambos vivirán múltiples peripecias y su vida correrá peligro en más de una ocasión. Al mismo tiempo, vemos a Arthur Adamson, un importante joyero que, con la ayuda de su novia Fran, aumenta su fortuna con secuestros por los que obtiene valiosas piedras preciosas como rescate. En un principio ambas historias parece que no tienen nada que ver, pero según avance la película descubriremos la relación: Adamson es el sobrino al que busca Julia Rainbird.
Comentario de la película y aspectos médicos:
Blanche, nuestra protagonista, es una médium, que se gana la vida modestamente engañando a personas confiadas que quieren establecer relación con el más allá.
Si buceamos un poco en la historia encontraremos a numerosos personajes muy relevantes fascinados o interesados por el espiritismo. Algunos convencidos de su realidad, otros interesados por descubrir si había algo de verdad en las sesiones de espiritismo y existía alguna demostración científica y otros que deseaban poner de manifiesto su falsedad y mostrar a todos que los que lo practicaban eran farsantes que embaucaban a incautos con sus trucos y su poder de persuasión.
Santiago Ramón y Cajal se interesó mucho por el espiritismo y también por la hipnosis. Asistió a sesiones de espiritismo por curiosidad y preguntándose si tendría alguna explicación científica, y realizó experimentos con la hipnosis para ver su eficacia en enfermedades mentales o en el dolor. Empleó la hipnosis en el parto de su esposa para disminuir el dolor. Además la hipnosis y la sugestión aparecen también en sus cuentos de vacaciones, relatos de ficción en los que la ciencia está muy presente y que Cajal utiliza con fines pedagógicos con el fin de que la gente rechace falsas supersticiones y busque respuestas en la ciencia.
José Ramón Alonso comenta en su blog el interés de Cajal por lo paranormal e incluso que el matrimonio Curie acudió por curiosidad a alguna sesión de espiritismo. Podéis leerlo en el siguiente enlace:
Sir Arthur Conan Doyle, creador de Sherlock Holmes era muy aficionado al espiritismo e incluso decía haber oído la voz de su hijo muerto en una sesión con una médium: Doyle y lo paranormal
Houdini, amigo de Doyle intentaba demostrar la falsedad del espiritismo y poner al descubierto sus trucos y mentiras. Parece ser que se enfadó con su amigo cuando organizaron una sesión para que el escapista se pudiera poner en contacto con su madre fallecida y se sintió engañado.
En 2016 se hizo una serie de 10 capítulos titulada Houdini and Doyle centrada en la amistad del mago y el médico y escritos. Resuelven casos criminales en los que parece que hay fenómenos paranormales ante los que Houdini se muestra escéptico frente al entusiasmo de Doyle ante lo paranormal.
Doyle, Houdini y el espiritismo
Me he enrollado mucho hablando del espiritismo y es preciso volver a la película que nos ocupa con nuestra farsante médium en acción.
Blanche está en una lujosa casa con una anciana millonaria. La joven parece entrar en trance y hablar por boca de un fantasma que es quien la pone en contacto con el más allá. Le dice a la anciana que duerme mal y tiene terribles pesadillas y al escuchar esto se pone muy nerviosa y le dice a Blanche que esas palabras y los sueños que tiene le están haciendo enfermar. La médium, al ver que ha dado en el clavo con lo de las pesadillas insiste en ello y, finalmente, es la anciana la que cuenta la historia y afirma que sus pesadillas se deben a sus remordimientos por algo que hizo muchos años atrás. Está convencida que el espíritu con el que ha entrado en contacto la médium es el de su hermana, y en ese momento se revela la causa de los remordimientos de la mujer. Su hermana tuvo un hijo de soltera y ella le obligó a darlo en adopción. Se siente arrepentida y desea dar con su sobrino y convertirle en su heredero.
Tras el trance, Madame Blanche dice sentirse desorientada, cansada y sedienta y afirma no recordar nada, aunque luego menciona que recuerda algo a grandes rasgos y acaba describiendo todo lo que ha pasado. Quería hacer creer a la anciana que tenía amnesia tras el trance aunque finalmente se pone en evidencia, al menos para el espectador, pues la señora parece creer al pie de la letra lo que ha ocurrido y le pide ayuda a la joven para encontrar al sobrino entregado en adopción 40 años atrás. La recompensa es jugosa: 10.000 dólares. Tendrá que hacer una investigación discreta. Es mucho dinero y no puede negarse.
El novio de la médium es actor, pero debe ganarse la vida como taxista. Fue él quien le dio la información sobre el problema de insomnio de la anciana millonaria. Lo supo a través del farmacéutico que confesó que esta señora siempre insistía en que le vendiera sin receta médica píldoras para dormir. De este hilo tiró Blanche en su sesión de espiritismo y dio en la diana.
A continuación Hitchcock nos ofrece una escena que parece que nada tiene que ver con lo anterior. Vemos a una mujer rubia que se cubre con un amplio sombrero y que negocia con varios hombres a los que apunta con una pistola. Ella tiene a alguien secuestrado y como rescate le entregan una valiosa y enorme piedra preciosa y les dice que el secuestrado permanece drogado, pero está bien.
Cuando se encuentra con su cómplice le dice que le matan los malditos tacones de 15 cm y él le responde que le gustan las mujeres altas y que, además, ahora buscarán a una mujer más alta. Ella se queja de los pies, probablemente porque no está acostumbrada a tacones tan altos. Veamos en los siguientes enlace las posibles lesiones que se pueden producir por el uso de zapatos de tacón alto.
Lesiones por zapatos de tacón alto
Luego se felicitan de haberlo hecho muy bien y no haber dejado pistas, aunque ella comenta "¿Y la ketamina que le inyectamos?" a lo que su compinche responde que si el doctor no la ha echado de menos desde que le sacó la muela hace 6 meses no lo hará ahora.
La ketamina es un anestésico que puede esnifarse o inyectarse. En la película los delincuentes se lo inyectan a sus víctimas.
Si quieres saber más sobre la ketamina puedes consultar los siguientes enlaces:
El hombre que fue secuestrado y, posteriormente liberado tras recibir el precio del rescate, habla con el FBI, pero poco puede aportar, sólo recuerda un pinchazo en el hombro y al despertar estaba en un zulo. Habla de otro pinchazo en el brazo izquierdo y cuando abrió los ojos se encontraba en la cama de un hospital. Los secuestradores emplean el mismo modus operandi para secuestrar a un obispo y pinchan también a Blanche de la que quieren deshacerse porque sabe demasiado. Pondrán un tubo de goma conectado con el motor y parecerá que la mujer se ha suicidado con monóxido de carbono.
Muerte por monóxido de carbono
Recuerdo varias películas en las que se intenta morir o provocar la muerte por monóxido de carbono. La primera de ellas es Sabrina (1954), en la que la protagonista (Audrey Hepburn) se encierra en el garaje, pone todos los coches en marcha y a punto está de perecer, aunque no deberían ser muchas las ganas que tenía de pasar a mejor vida, pues cuando siente que el falta el aire abre una ventana.
Otra película, en este caso del mago del suspense, es "La sombra de una duda" (1943), en la que la protagonista, interpretada por Teresa Wright, sabe demasiado y es encerrada por el asesino en un garaje con el vehículo en marcha. No consigue su objetivo, pero ha estado a punto. Ya hablaremos de esta película en este ciclo.
Y en El cliente (1994) un hombre intenta suicidarse en el coche con monóxido de carbono. ¿Queréis ver la secuencia?
Siguiendo con la película La trama, el novio de Blanche ha estado realizando indagaciones para intentar encontrar al sobrino de la millonaria. Unos amigos del pueblo del chófer de esta señora no podían tener hijos. Ella había tenido múltiples abortos naturales y el chófer, conocedor de su deseo de tener hijos, les llevó al sobrino de su señora. Averigua que los padres adoptivos está muertos, fallecieron en un incendio que el hijo adoptivo provocó con un cómplice que echó la gasolina. El chico desapareció, algunos pensaron que murió en el incendio de la casa, pero nunca se encontró el cadáver. En el cementerio hay una tumba falsa, pero en el registro no consta certificado de defunción alguno o informe de autopsia.
Como curiosidad hay que decir que cuando va al registro en el cristal de la ventana se ve la sombra de Hitchcock, aficionado a hacer cameos en sus películas.
De haber muerto en un incendio, al tratarse de muerta violenta, ya sea de causa accidental, suicida o criminal, se precisaría la realización de una autopsia judicial, al menos en España.
Otro acto criminal que aparece en la película es la manipulación del coche de Blanche y su pareja, que a punto están de morir en un accidente de tráfico en una carretera de montaña llena de curvas, pero finalmente, el saboteador, cuando intenta atropellarlos, es el que sufre un accidente, cae por un barranco y el coche se incendia. Aunque ya nos imaginamos que ha fallecido, en una escena posterior, vemos la noticia en el periódico.
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