jueves, 17 de diciembre de 2015

La robótica está de moda

Últimamente parece que no escribo nada en el blog, pero lo cierto es que tengo varios borradores en marcha, así que cualquier día de estos aparecen de repente varias entradas, pero puedo asegurar que no son obra de la precipitación sino que se han ido cocinando poco a poco, con ingredientes de cariño, amor al cine (también a la televisión, la música, la literatura o la pintura), pequeños espacios de tiempo rescatados a la presión del trabajo y un gran deseo de comunicación.

Ahora en el AVE, camino de Barcelona para asistir a una tesis, como miembro del tribunal, y tras echar un vistazo a unas revistas, he cogido un cuaderno que siempre viaja conmigo y he empezado a emborronarlo, aprovechando la quietud del viaje en tren. Seguramente debería ir releyendo las notas que he tomado de la tesis que h de juzgar mañana en la Universitat International de Catalunya (UIC), pero ya lo haré esta noche o mañana a primera hora. En este momento deseo relajarme mientras veo cómo anochece, en una de esas noches tempranas de invierno, en que el día parece tocar a su fin a las 6,00 de la tarde. ¡Cómo echo de menos los días largos, luminosos, interminables del verano!

He estado leyendo un ejemplar de la Revista Muy Interesante y me llama la atención encontrar varias noticias o referencias a los robots. Y es que la robótica está de moda, yo misma participo en el proyecto Robohealth en una colaboración entre la Universidad Rey Juan Carlos y la Universidad Caros III.

Una de las noticias que me parece interesante es la titulada: “Llega la piel artificial sensible al tacto”. Esta noticia hace referencia a unos experimentos llevados a cabo por un grupo de bioingenieros de la Universidad de Standford para crear un material plástico capaz de detectar la presión recibida, transformarla en señales eléctricas y enviarla a las neuronas. Esto sería muy útil en la fabricación de prótesis; las haría más humanas.
Os dejo un enlace por si os puede resultar de interés: Piel artificial


Esto me hace pensar en prótesis rudimentarias que hemos podido ver en el cine, como la del capitán Garfio, eterno enemigo de Peter Pan, o las que lleva uno de los soldados que aparecen en el filme “Los mejores años de nuestra vida” y que en la vida real había perdido ambos miembros superiores manipulando explosivos. Esta película es muy interesante y nos invita a reflexionar sobre cómo se integran a la vida civil los soldados que han pasado mucho tiempo en el frente, más aún si vuelven con secuelas mentales o físicas.



Otro reportaje de esta revista nos habla de “Moway, el robot que enseña”, un robot programable, eficaz herramienta para aprender programación en los colegios.




Pero aquí no acaba la cosa pues otro reportaje hace referencia a la creación de robots humanoides personalizados. ¿Cómo podemos conseguirlos? Pues nada más y nada menos que construyéndolos nosotros mismos. Son los Meccanoid: caminan a nuestro lado, reconocen nuestra voz, obedecen órdenes verbales y encienden sus dos ojos LED para mostrar diversos estados de ánimo.


Con piezas de mecano, una plataforma informática de uso sencillo podríamos construir un robot a nuestra medida. Es impresionante cómo avanza la tecnología, y cómo, poco a poco se va introduciendo en el ámbito doméstico.


Que la robótica está de moda y en pleno auge se puede ver en la proliferación de películas, series de televisión y cortometrajes, como por ejemplo, la serie Humans, de la que hablaré en otra entrada de Cinemed, y que aborda la inteligencia artificial. 




Otra serie es Mr. Robot, que aún no he tenido tempo de ver, y hay una larga lista de películas como Robot y Frank, el filme de animación Big Hero-6, o el enternecedor corto de animación Changing Batteries. Y egún escribo me vienen a la cabeza otros títulos recientes como Ex –machina, Chappie, o el inminente estreno de una nueva entrega de la saga STAR WARS, con los clásicos C3PO y R2D2, entre otros.














Y no puedo dejar de mencionar una peli de dibujos que me encanta y que he visto un montón de veces con mis sobrinos: WALL-E. 



Y apelando a la nostalgia cómo no incluir la mítica serie de animación Mazinger Z con su famosa frase: “¡Puños fuera! Y remontándome en el tiempo y viajando a la brillante etapa del cine mudo no puede faltar Metrópolis en esta caótica enumeración de películas sobre robots, y ya paro porque me están viniendo a la cabeza en oleadas, casi como un tsunami robótico, un montón de títulos que prometo comentar pronto con detalle.


Y para terminar una muestra más de que la robótica está de moda, es que la revista que he mencionado anuncia que en el próximo número nos hablará de la cibernética emocional, y nos dice como avance: “en nuestro mundo superconectado nuestra capacidad para relacionarnos mengua ¿Nos comunicamos mediante máquinas o es que ya sólo lo hacemos con ellas?” Y esto nos debería llevar a la reflexión de si los avances en comunicación que tantos beneficios nos aportan, no nos estarán llevando a una deshumanización, y en este sentido, y para ayudarnos a la reflexión nos podría servir la película Her, con guión y dirección de Spike Jonze, en la que el protagonista, al que da vida Joaquin Phoenix, se enamora de un sistema operativo: Samantha (con la voz de Scarlett Johanson). Ganó el Oscar y el Globo de oro al mejor guión.





                                                                                                                                                                                                            

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