martes, 14 de enero de 2014

Ciclo de Alfred Hitchcock: Downhill

El otro día disfruté mucho con un regalo de Reyes, la película de Hitchcock Downhill (1927), que no conocía, pese a que he visto prácticamente toda la filmografía del maestro del suspense, incluso su etapa de cine mudo, a la que pertenece este filme, que en España se ha traducido como Declive. Esta película ha sido restaurada en 2012, se le ha devuelto su metraje original e incluso sus tintados originales, por ejemplo, el tono verdoso para la secuencia en la que el protagonista está delirando, y que podría considerarse un antecedente de Vértigo (De entre los muertos). Para esta edición renovada, Javier Pérez de Azpeitia interpreta al piano la música que ha compuesto específicamente para la ocasión.
A continuación podéis ver unas secuencias de esta película de los inicios cinematográficos de Hitchcock.


Hitchcock obtuvo un gran éxito con su película El enemigo de las rubias, que por supuesto, también incluiré en este ciclo. Para este filme contó con la participación del actor Ivor Novello, un galán de la época, que es también el protagonista del filme que hoy nos ocupa. Declive se basa en una obra del propio Novello escrita en colaboración con Constance Collier y que firmaron con el pseudónimo de David l’Estrange.

Muchos elementos característicos del estilo de Alfred Hitchcock aparecen ya en esta película de los inicios de la carrera del realizador británico, como el falso culpable, el hombre corriente que se ve acusado falsamente y ha de huir, complejo montaje o el típico y peculiar humor de Hitch.

¿Y cuál es el argumento de este filme? Declive cuenta la historia de un joven estudiante, primogénito de una familia de clase alta, con mucho dinero. El joven, buen estudiante y deportista, es acusado en falso por una joven que flirteaba con él y con otros, la cual desea aprovecharse de la buena posición económica del muchacho. He consultado un libro sobre el director en el que, al comentar esta película, se dice que la joven le acusa de robo. Es cierto que hay un malentendido por una cuestión de dinero, pero cuando la joven acusa a nuestro protagonista ante el director del instituto, lo que le dice es algo así: “su padre está forrado y tiene que hacerse cargo de mí”, da la impresión de que la chica, a la que se ha mostrado como bastante ligera de cascos, le acusa de abuso o de haberla dejado embarazada. Roddy, aunque es inocente, como sospecha que ha sido su amigo el culpable, calla y asume la culpa, ya que su amigo es de clase humilde y perdería la beca que tiene. De todas formas, Tim podría haber dicho algo, asumir su responsabilidad y salvar a su amigo totalmente inocente, mostrándose como un cobarde, al contrario de Rody que siempre le es leal. Cuando Roddy llega a su casa le cuenta a su padre que le han expulsado y aunque le dice que él no ha hecho nada, el padre no le cree y le llama mentiroso. Roddy no puede soportarlo y decide marcharse de casa con una mano delante y otra detrás, con lo puesto, sin tan siquiera un abrigo, o dinero. Aquí comienza su camino cuesta abajo, su declive. El director nos muestra esto haciendo que el protagonista baje las escaleras del metro, y en una escena posterior mostrándolo en un ascensor bajando sin parar, en ese descenso terrible que está haciendo nuestro protagonista.


En la siguiente imagen podemos ver a Ivor Novello bajando las escaleras del Metro en ese camino hacia el infierno.
 

En esa bajada a los infiernos trabaja en el mundo del espectáculo en un papel de poca monta y menos sueldo, y cuando tiene una posibilidad de remisión, que es al recibir una cuantiosa herencia de su madrina, pierde su oportunidad pues se deja engatusar por una actriz que juntamente con su amante le despluma sin piedad. De actor pasa a gigoló, y le vemos en un club bailando con señoras mayores por uno pocos francos, hasta darse cuenta de lo bajo que ha caído, en concreto cuando en la sala de baile a un hombre le da un infarto y corren las cortinas, abren las ventanas, y con el aire entra también la luz, luz que le muestra el ambiente depravado en el que ha caído, la degeneración moral, y huye de allí. Posteriormente lo vemos enfermo y desnutrido, con alucinaciones en las que se le aparecen personas que le han hecho daño en el pasado y que ahora le acechan de forma amenazante o burlona. ¿Y si pudiera volver al hogar?
En cuanto a aspectos médicos podemos ver el desmayo de un hombre en el club donde trabaja el protagonista como gigoló. No dicen qué le ocurre pero podría tratarse de un infarto. Se ve cómo lo atienden varias personas del club y abren las ventanas para que entre aire y ver si esto lo reanima. Posteriormente vemos a Roddy enfermo, desmejorado, desnutrido, en muy mal estado. Unos marineros deciden llevarlo a Ingalterra por la perspectiva de que algunos amigos o familiares de buena posición puedan darles una recompensa. En el viaje en barco es donde tiene las alucinaciones que antes se han comentado, quizás por la falta de alimentos, la fiebre, porque sus terribles vivencias le han hecho rozar la locura, o quizás porque se siente en las últimas y su vida, o al menos sus experiencias más trágicas pasan por delante de sus ojos como si de una película se tratara.
 RODDY IN CHAIR

Una historia de la que se podría decir que es una versión modificada de la parábola del hijo pródigo. Un dramón de aquí te espero que nos mantiene en tensión durante todo el metraje y nos hace sufrir de lo lindo, y que ya muestra el gran talento de Alfred Hitchcock, lo cual iremos comprobando a través del recorrido por su filmografía que realizaremos en Cinemed.
La próxima película que comentaré en el blog dentro de este ciclo será: Inocencia y juventud, una de las favoritas del realizador británico.

Resultado de imagen de inocencia y juventud



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