En varias ocasiones os he hablado en Cinemed de este genial pionero del cine, polifacético como ninguno. Os he hablado del libro: Georges Méliès. Vida y obra de un pionero del cine, escrito por el propio Méliès, y en el que se hace un recorrido por su vida y obra, y que os recomiendo a todos pues son 68 páginas deliciosas que os descubrirán a un hombre ingenioso, polifacético, un artista completísimo.
También os comenté que en Caixa Forum en Madrid había una exposición sobre este realizador de los orígenes del cine hasta el 8 de diciembre, pero lo que no os he contado es que a finales de noviembre asistí a la exposición y disfruté muchísimo.
Entré en un mundo de fantasía e ilusión, en el mundo imaginado, soñado por Méliès y que con su arte supo reproducir en fotogramas, creando un universo de ilusión y de primitivos efectos especiales.
En la exposición podemos pasear recorriendo la vida del realizador francés, conociendo sus inicios como ilusionista, sus trucos varios, algunos francamente ingeniosos, podemos conocer los inicios del cine, linternas mágicas, primitivas cámaras, fotografía cronocíclica, y claro, también están presentes otros pioneros como Marey, Muybridge, Edison o los hermanos Lumière, que se negaron a venderle una cámara a Méliès, diciéndole que el cine era una moda pasajera que no tendría éxito (¡Cómo se equivocaban!).
Además de objetos diversos, carteles, fotografías, aparatos, instrumental para trucos de magia, vestuario de las películas del protagonista de la exposición, o una reproducción del famoso cohete que impactó en la luna en una de sus películas más conocidas, se proyectaban numerosas películas de este genio del Séptimo Arte, y he de decir que las vi todas.
Estuve más de tres horas disfrutando de la exposición, abducida por el mundo fantástico del autor, viajando en el tiempo hacia esos inicios del cine, donde pioneros como él pusieron las bases de este arte que nos fascina.
Y hablando de mi admirado Georges Méliès quiero comentar que hace un par de días vi la película La invención de Hugo, en la que Ben Kingsley da vida a Georges Méliès. Se trata de cine dentro del cine, de un homenaje al artista que hoy protagoniza esta entrada, y de un homenaje al cine, a su historia y a los que la hicieron posible y que a veces hemos dejado que caigan en el olvido. Es una historia preciosa, deliciosamente contada, que muestra las historias de diversas personas cuyas vidas están vinculadas de una forma u otra a una estación de tren. Todo funciona magníficamente como los engranajes de un reloj. Disfruté muchísimo con esta película ganadora de 5 Premios Oscar y os la recomiendo: una verdadera gozada.
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