Algunas de las películas más recordadas sobre la locura son Alguien voló sobre el nido del cuco (1975) de Milos Forman con Jack Nicholson o Psicosis (1960) de Alfred Hitchcock, con Anthony Perkins en el papel de Norman Bates, con la mítica secuencia del asesinato en la ducha.
Charles Boyer intentaba volver loca a su esposa Ingrid Bergman en Luz de gas (También conocida como Luz que agoniza), dirigida en 1944 por George Cukor, remake de la producción británica de Theorold Dickinson Luz de gas (1940). Menos mal que la protagonista contaba con la ayuda de Joseph Cotten, un policía y admirador que hace lo posible para desenmascarar al malvado marido.
Algo parecido le ocurría a Claudette Colbert en Pacto tenebroso (Douglas Sirk, 1948), película en la que Don Ameche intentaba volverla loca, pero la Colbert contaba también con ayuda, en este caso la de Robert Cummings.
También Bette Davis se vio envuelta en algo parecido en la escalofriante Canción de cuna para un cadáver dirigida por Robert Aldrich en 1964.
En 1941 Jack Conway dirigió la comedia mi marido está loco con William Powell y Mirna Loy como protagonistas. Steve y Susan Ireland van a cumplir su cuarto aniversario de boda, pero su relación es bastante problemática. Cuando Susan descubre a Steve con su antigua novia, piensa que tienen una aventura y decide pedir el divorcio. Pero Steve ama a su mujer y está dispuesto a todo con tal de recuperarla, incluso hacerse pasar por loco.
El actor Peter Breck interpretó al ambicioso periodista Johnny Barret en Corredor sin retorno (Samuel Fuller, 1963). El periodista quiere ganar el premio Pulitzer y para conseguir su objetivo se le ocurre ingresar en un hospital psiquiátrico, haciéndose pasar por loco, con el fin de investigar un asesinato. Con la ayuda del doctor Fong (Philip Ahn) y de su novia Cathy (Constante Towers) logra engañar a los médicos, que firman su reclusión. Una vez en el hospital, trata de obtener información de los tres únicos testigos del crimen: tres internos a los que no han logrado hacer hablar ni la policía ni los médicos del centro psiquiátrico. Pero ¿Su aventura no tendrá consecuencias?
Una actuación muy brillante es la de Olivia de Havilland en Nido de víboras (Anatole Litvak, 1948), película en la que interpreta a una joven recluida en un sanatorio mental. He visto recientemente este filme, y en breve publicaré una entrada dedicada a esta interesante película.
Y también en un centro psiquiátrico se desarrolla Recuerda (1945) dirigida por el mago del suspense, que cuenta con Ingrid Bergman y con Gregory Peck en los principales papeles. También hay que mencionar la participación del excéntrico y genial artista Salvador Dalí. Podríamos mencionar muchas películas sobre enfermedad mental, pero sirvan estas como ejemplo, y dejemos otras para futuras entradas de Cinemed. pero antes de terminar este post mencionar algunos nombres de personajes del celuloide que estaban como un cencerro, como Karl Heinz Boehm, en el fotógrafo del pánico (aquí ha perdido la dulzura que tenía como emperador Francisco José de Austria esposo de Sissi), Anthony Perkins en Psicosis, Catherine Deneuve en Repulsión, Robert De Niro en Taxi Driver, Robin Williams en El rey pescador, Brad Pitt en 12 monos, Jack Nicholson en El Resplandor, o Edward Norton en el club de la lucha son algunos ejemplos más de personajes cinematográficos bastante tocados del ala, algunos de ellos mezclados en situaciones de violencia y crimen, lo que contribuye a dar una imagen muy negativa e impopular de la enfermedad mental.
¿Cuál de las películas mencionadas os gustan más? ¿Cuáles incluiríais? ¿Qué personaje de los mencionados os parece que está más loco?
Si queréis que comentemos alguna película sobre enfermedades mentales no tenéis más que sugerirla.
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