domingo, 2 de octubre de 2011

ADICCIONES EN EL CINE

El alcohol y las drogas causan estragos cada día en personas de todas las edades. Muchos actores, directores u otros profesionales ligados a la industria cinematográfica han caído en las redes de estas sustancias tan dañinas y unos cuantos han muerto debido al consumos de las mismas como John Belushi o River Phenix, entre otros muchos.

El cine ha tratado el abuso del alcohol y las drogas de manera diversa a lo largo del tiempo. En algunos títulos el borracho es presentado como un personaje simpático, divertido, o entrañable. Podemos poner como ejemplos a James Stewart en El invisible Harvey (1950), a Humphrey Bogart en La Reina de África (1951) o a John Wayne y McLaghlen en El hombre tranquilo (1952), película en la que tras una pelea épica, se emborrachan y tan amigos. Otra pelea memorable es la que podemos ver en La taberna del irlandés (1963).

También están los que son desgraciados y beben para olvidar, por ejemplo, Dean Martin en Río Bravo (Howard Hawks,1959) que bebía para olvidar un desengaño amoroso. También se ha exagerado hasta el extremo el aspecto cómico de los posibles efectos de una borrachera, tal es el caso de Greta garbo en Ninotchka (Ernst Lubischt,1939), Katharine Hepburn en Historias de Filadelfia (George Cukor, 1940), Peter Sellers en El Guateque o Kim Basinger en Cita a ciegas (Blake Edwards, 1987).

El cine nos presenta con frecuencia fiestas en las que la gente se lo pasa muy bien y en las que en muchos casos se consume alcohol en exceso y algunos se vuelven torpes y arman cualquier disparatado lío como el protagonista indio de la película El Guateque (1968), aunque lo cierto, es que los líos también los arma estando sobrio. Seguramente una de las fiestas más glamurosa es la que organiza Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes (1961) en la que el alcohol corre sin parar y algún invitado se pega una buena borrachera. Vemos grandes fiestorros en Desmadre a la americana (1978), protagonizada por el malogrado John Belushi, o Despedida de soltero (1984) con Tom Hanks.

Pero el cine también ha mostrado el lado más amargo y dramático del alcoholismo, por ejemplo, en Días sin huella (1945), que le hizo ganar un Oscar a Ray Milland, Ha nacido un estrella (varias versiones), una mujer destruída (1947), protagonizada por Susan Hayward, Días de vino y rosas (1962) con Jack Lemmon y Lee Remick, Cuando un hombre ama a una mujer (1994) con Meg Ryan en el papel de alcohólica, o Leaving las Vegas (1995) con un Nicolas Cage que busca la autodestrucción y la muerte.

Durante mucho tiempo las drogas fueron un tema tabú en el cine, el Código Hays prohibía hablar de ellas, sin embargo, a partir de la década de los 50 del siglo XX los cineastas eludieron la censura impuesta por este estricto código y abordaron la drogadicción en películas notables como por ejemplo, El hombre del brazo de oro (Otto Preminger, 1955), un sombrero lleno de lluvia (Fred Zinnemann, 1957), o Monkey on my back (André De Toth, 1957).

Frank Sinatra es el protagonista de la película El hombre del brazo de oro. Le acompañan en el reparto: Eleanor Parker, Kim Novak, Arnold Stang, Darren McGavin, Robert Strauss, John Conte, Doro Merande, George E. Stone, George Mathews, Leonid Kinskey, y Emile Meyer. Frankie Machine, un hombre con talento musical, sale de la cárcel y, además, consigue dejar la heroína. Su principal problema será encontrar un medio de vida honrado y evitar las drogas y el juego. Es la primera película que habla abiertamente de la drogadicción, tema prohibido en el cine, como ya hemos mencionado anteriormente. Frank Sinatra da vida a un drogadicto, tiene síndrome de abstinencia y lleva a cabo una magnífica construcción del personaje que le valió una nominación al Oscar. Además Sinatra está acompañado en este filme por dos bellísimas mujeres: Kim Novak y Eleanor Parker.

En Un sombrero lleno de lluvia con Anthony Franciosa, Eva Marie Saint, Don Murray, Lloyd Nolan, Henry Silva, Gerald O'Loughlin, William Hickey, Art Fleming, se narra la historia de un adicto a la heroína y de las repercusiones de su drogadicción en su ambiente familiar. Anthony Franciosa estuvo nominado al Oscar al mejor actor principal. En la película se muestra a un excombatiente de la Guerra de Corea con síndrome de abstinencia y que debe dinero a sus camellos. En la guerra fue torturado y volvió con muchos dolores para los que le recetaron morfina. Esto le llevó a consumir heroína y se convirtió en adicto. Cuenta con una magnífica dirección y con la música de Bernard Herrmann. Una película muy interesante y osada en una época de prohibiciones y censura.

Y por último, dentro de estas películas pioneras sobre la drogadicción, contamos con Monkey on my back, con Cameron Mitchell, Dianne Foster y Paul Richards, que cuenta la verdadera historia de Barney Ross, un héroe de la Segunda Guerra Mundial y campeón de boxeo profesional que se convirtió en adicto a la morfina.

Posteriormente la drogadicción ha sido una temática ampliamente tratada en la gran pantalla y se ha hecho con distintos enfoques y en películas de diverso género. Algunos ejemplos son The French Connection, contra el imperio de la droga (1971), Buscando mi destino (Dennis Hopper, 1969), con Peter Fonda, Dennis Hopper, Jack Nicholson, y Karen Black (Obtuvo dos nominaciones al Oscar, una al mejor actor de reparto, Jack Nicholson, y otra al mejor guión), Yo, Cristina F (Uli Edel, 1981), durísimo relato sobre el efecto de las drogas en la gente joven. Christiane es una adolescente de unos 13 años que poco a poco se va enganchando a la heroína, hasta el extremo de tener que prostituirse para poder pagar su dependencia. Empieza fumando, tomándose algunas cervezas, unos porros, LSD, hasta inyectarse heroína. Dice aquello de: "yo controlo" pero no es verdad, y vienen las jeringuillas compartidas, y la prostitución, mientras su madre ni se imagina lo que está ocurriendo. La crudeza de esta película basada en hechos reales no impidió que tuviera un considerable éxito de taquilla en Europa.

Drugstore cowboy (Gus Van Sant, 1989) es, probablemente, una de las mejores películas sobre la drogadicción, con Matt Dillon, Kelly Lynch, James LeGros, Heather Graham, y Eric Hull. El filme se desarrolla en Estados Unidos a principios de los años 70. Bob Hughes es el jefe de una banda de toxicómanos, integrada por su mujer, Diane, y otra pareja, Rick y Nadine. Este grupo viaja por todo el país atracando farmacias para cubrir su imperiosa necesidad de droga. Tras la muerte de Nadine por sobredosis, Bob se replantea su situación; decide rehabilitarse y comenzar una nueva vida. Las cosas, sin embargo, no le van a resultar fáciles, ya que se encuentra con la incomprensión total de su mujer y con la sombra de la tentación acechándolo continuamente.

Otros títulos son: Cómo flotas, tío (1980), El pico (Eloy de la Iglesia, 1983), El pico II (Eloy de la Iglesia, 1984), el precio del poder (Brian de Palma, 1983) con Al Pacino y Michelle Pfeiffer, el teniente corrupto (2009) en la que Terence McDonagh (Nicolas Cage) es un poco ejemplar teniente de la policía, adicto al juego y a las drogas, que investiga el asesinato de cinco inmigrantes senegaleses en la Nueva Orleans post-Katrina.... Remake de la película "Teniente corrupto", dirigida por Abel Ferrara en 1992 y protagonizada entonces por Harvey Keitel. También podemos citar Hasta el límite (1991), película en la que Jim Raynor y Kristen Cates son dos policías de narcotráficos, que se infiltran en el mundo de las drogas para detener al cabecilla de una red de narcotraficantes. El problema surgirá cuando, en el transcurso de su investigación ambos se ven obligados a consumir drogas;  Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994), Trainspotting (1996) o Traffic (2000).

2 comentarios:

  1. Me ha encantado tu trabajo de adicciones en el cine, sacas a colación "héroes" que se te hacen simpáticos y entrañables. Sin embargo el impacto de estos modelos entre los adolescentes y los jóvenes es tremendo, ya que consiguen vincular la imágen del bebedor y pendenciero a emociones positivas y agradables, y esto cala muy hondo en los hábitos de vida de los chicos jóvenes.

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  2. Tienes razón, por eso frente a estas películas en las que beber está bien visto, he citado también otras en las que el consumo de alcohol y drogas es algo negativo y dramático para la persona y su entorno.

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