En la pasada gala de los Goya la película Truman (2015), dirigida por Cesc Gay, ha obtenidocinco de los premios: Mejor película, Mejor actor principal (Ricardo Darín) y Mejor actor de reparto (Javier Cámara), Mejor director, y mejor guión original, estos dos últimos premios para Cesc Gay.
Vi la película el sábado y disfruté mucho con ella, aunque he de decir que también me dejó algo triste y melancólica. Y es que este filme nos habla de la enfermedad y el final de la vida y como afrontar la muerte, cómo vivir y organizar todos los detalles para dejarlo todo bien atado cuando uno sabe que le quedan pocos meses de vida. La película nos habla del amor y de la amistad, y de la relación tan especial que existe entre un hombre y su perro, y cómo el amo, sabiendo que su fin está cerca, quiere dejarlo todo preparado para que el perro, ya mayor, esté bien cuidado.
Truman no sólo muestra como se enfrenta a la muerte el enfermo sino los que lo rodean: su prima se enfada, le anima a luchar; su amigo está ahí, le acepta, le escucha, le apoya, no invade su espacio; su ex le ofrece ayuda, su hijo no sabe cómo actuar, aunque en un abrazo encierra su amor y su tristeza. También llama la atención una pareja de amigos que hacen como que no lo ven porque no saben cómo enfrentarse a la situación, o el empresario del teatro en el que trabaja lo echa con la excusa de que debe cuidarse, pero simplemente se cubre las espaldas y prefiere buscarle un sustituto lo más rápidamente posible.
Y otro aspecto importante es la autonomía del paciente para tomar decisiones. En este caso el protagonista tiene un cáncer. Creía que estaba controlado pero no es así. Le ofrecen opciones terapéuticas pero, tras meditarlo, y sopesar los pros y los contras toma la decisión de no seguir sometiéndose a tratamientos, y así se lo comunica a su médico.
Se encarga de aspectos como el entierro, buscar una nueva familia al perro, pero también tiene miedo ¿Cómo evolucionará la enfermedad? ¿Cómo serán los últimos momentos? De hecho se asusta cuando un día se orina encima. Llega a confesar a su mejor amigo y a su prima que se quitará la vida con unas pastillas para acabar con todo y no llegar a situaciones humillantes o de dependencia. Su amigo y su prima se lo intentan quitar de la cabeza, aunque no queda muy claro si, finalmente, optará por esa vía de escape.
Una magnífica película que toca cuestiones fundamentales en la vida de toda persona.
