sábado, 22 de mayo de 2021

Frases de cine: una frase para cada día

En el cine, en una serie de televisión, en una novela, en un poema, en una conversación encontramos frases que nos dicen algo, que nos llegan al corazón, que nos animan, que nos muestran la cruda realidad o que nos hacen pensar. Y ese es el sentido que tiene esta sección de CINEMED, compartir con vosotros frases del séptimo arte y que cada uno le saque su propio significado, porque seguramente, a cada persona le dirá una cosa diferente o la aplicará de forma distinta en su vida.

Hoy para celebrar el décimo cumpleaños de CINEMED quiero presentaros unas cuantas frases. Yo les daré mi propia interpretación, pero seguro que para cada uno significarán cosas distintas.

No sé si os habrá pasado alguna vez que alguien, seguramente con buena intención, o no, os ha intentado aconsejar, ha querido marcar el camino por el que tenéis que transitar para conseguir determinados objetivos que ni siquiera son los vuestros, os ha marcado prioridades que tampoco son las vuestras o simplemente ha pisoteado vuestros sueños, insistiendo en que no valéis para tal o cual cosa. ¿Habéis sentido alguna vez que alguien os corta las alas?

Si es así os propongo la siguiente frase de la película "En busca de la felicidad": "Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Si tienes un sueño, tienes que protegerlo". Y en la romántica "El diario de Noah" encontramos esta otra frase: "No puedes vivir tu vida para otras personas. Tienes que hacer lo que es correcto para ti, incluso si dañas a las personas que amas".

Pero cuántas veces nos acomodamos en nuestra zona de confort, nos convertimos en lo que otros quieren de nosotros, o simplemente somos meros espectadores, vemos la vida pasar sin ser protagonistas, sólo personajes secundarios de nuestra propia vida, sin tomar las riendas, sin lanzarnos al ruedo sino viendo los toros desde la barrera, calentitos en la seguridad de nuestra rutina, de la vida gris a la que nos hemos acostumbrado, temerosos de cambiar, de dar un salto, de intentar cumplir nuestros sueños, sin atrevernos a ser felices de verdad.

"La vida no es un deporte que se mira, si pasas el tiempo observando, verás tu vida pasar y tú te quedas atrás" (El jorobado de Notre Dame).

O quizás le damos demasiada importancia a los sueños y andamos lamentándonos de que esos sueños que tuvimos en el pasado nunca se cumplieron, y como no se hicieron realidad ¿Para qué seguir soñando? Tremendo error. No dejéis nunca de soñar. 

"Los viejos sueños eran buenos sueños. No se cumplieron, pero me alegro de haberlos tenido". (Los puentes de Madison)

Parece que hoy me ha dado por pensar, quizás es porque estoy leyendo Lo que no pude contarte de Adriana Moragues que cuenta la historia de Carla, una joven que ha finalizado la carrera de Derecho y todos esperan que comience a trabajar en el bufete de su madre, pero tras la graduación decide abandonar el Derecho y la vida cómoda que le podría proporcionar y dedicarse a la música que es lo que la llena de verdad, así que deja de lado la toga y se lanza a cantar en el Metro. La autora estudió ingeniería y la dejó por dedicarse a la música. Tanto la protagonista de la novela como la escritora toman decisiones difíciles, deciden luchar por sus sueños, dan el salto, se atreven pese a las críticas que puedan recibir. 



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