sábado, 28 de enero de 2012

Mi cerebro es electrónico

Mi cerebro es electrónico es una película de 1969 dirigida por Robert Butler con Kurt Russell, Cesar Romero, Joe Flynn, William Schallert, Alan Hewitt, Richard Bakalyan, Debbie Paine, Frank Webb, Michael McGreevey, Jon Provost, Frank Welker.
Un estudiante de un colegio norteamericano recibe una descarga eléctrica en el cerebro por culpa de un ordenador. Todos los datos contenidos en el mismo pasan a su cerebro, por lo que se convierte en un genio, que domina todos los temas. Todos los colegios del país se lo disputarán como alumno.
El problema viene cuando Dexter recoge también una información secreta del ordenador donado por el mafioso AJ Arno, a quien da vida César Romero. Perseguido por los hombres de Arno y tras participar en concursos para demostrar sus extraordinarias dotes, Reily perderá estas facultades en una conmoción cerebral.
Lo más interesante de esta divertida producción de imagen real de la Disney es la espontánea interpretación de un jovencísimo Kurt Russell, protagonista de muchos títulos de la compañía, al igual que el veterano Cesar Romero, que también le acompaña en esta ocasión.
En 1995, se hizo una nueva versión para la televisión con Kirk Cameron, que no llega a ser tan divertida ni a la altura del original.
Pero esta no fue la única ocasión en la que este actor interpretó al estudiante Dexter Reily, le dio vida en otras dos entregas. Después de convertirse por un tiempo limitado en el más listo de la clase, se convierte en invisible en Te veo y no te veo. Cierra la trilogía El hombre más fuerte del mundo.
En Te veo y no te veo Dexter no adquiere capacidades especiales por casualidad, en este caso se convierte en inventor de un spray que le convierte en invisible. Y de nuevo César Romero y sus compinches lo persiguen.
En 1975 Dexter se convierte en súper-forzudo. En esta entretenida película podemos ver la última interpretación de Joe Flynn, el actor secundario que interpretaba al Decano Higgins que falleció en extrañas circunstancias en su piscina de Beverly Hills a los 50 años de edad.
Los tres títulos citados son comedias entretenidas, sin grandes pretensiones que se pueden disfrutar en familia. La verdad es que no estaría mal contar con esa gran inteligencia, fuerza y poder convertirse en invisible...

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