Brittany Murphy, de 32 años, era una actriz de gran talento que a finales de 2009 fue encontrada muerta en su casa de Los Ángeles tras sufrir una caída en la bañera. En el informe del forense se certificó que el fallecimiento fue por causas naturales debido a una neumonía agravada por anemia e intoxicación por varios medicamentos. Su esposo, Simon Monjack quedó destrozado por tan terrible pérdida y fue encontrado sin vida 5 meses después.
Cuatro años después del fatídico suceso, el padre de la actriz ha demandado al organismo encargado de practicar la autopsia y ha presentado nuevos resultados de estudios realizados por una laboratorio independiente. El examen toxicológico parece que ha revelado altos niveles de metales pesados que son comunes en insecticidas y raticidas, y ha apuntado que tanto su hija como el esposo de ésta podrían haber sido envenenados. Esto ha levantado una buena polvareda y el desmentido de su ex que le acusa de intentar conseguir popularidad y beneficios económicos a costa de algo tan trágico como la muerte de su hija.
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