Ahora desde nuestro encierro miramos hacia atrás, hacia la vida que teníamos, pensamos en nuestras rutinas, trabajo, diversiones, libertad de movimiento, nuestras penas y nuestras alegrías y nos gustaría volver a esa vida, e incluso ns preguntamos si algún día volverá, Cuando esto acabe ¿Cómo seremos? ¿Esta terrible pandemia nos hará ser mejores personas? ¿Peores? ¿Seremos iguales?
La frase nos dice que en vez de mirar donde estábamos miremos hacia donde nos dirigimos...¿Lo sabemos? Parece que todas nuestras certezas se han puesto patas arriba, ya no estamos seguros de nada y lo que pretendemos es vivir al día, vivir el momento y esperar que un día no muy lejano las cosas sean diferentes.
El tiempo, las palabras y las oportunidades cuando pasan no regresan. Este tiempo de encierro no lo recuperaremos, no daremos a rebobinar y volveremos al punto en que lo dejamos, pero podemos hacer que este tiempo que nos ha tocado sea más rico, bien aprovechado, no dejemos pasar la oportunidad de amar, comprender, escuchar, ayudar, leer, compartir, cocinar, ver buen cine, escribir, estudiar, trabajar, soñar...
Cuando pase el tiempo puede que recordemos estos días con dolor, sobre todo si nos ha tocado sufrir la enfermedad o la muerte de algún ser querido. Podemos huir de ese dolor o intentar aprender y ser mejores.
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