Algo queda (2010) es un corto de
Ana Lorenz sobre la enfermedad de Alzheimer, el amor y el recuerdo.
Ana Lorenz se encargó también del guión y del montaje y contó con las actrices: Mª Alonso Rosso, Cristina García y Marta Belenguer.
No lo conocía y tras verlo he de
decir que me ha causado una fuerte impresión, me ha emocionado y me ha tocado
por dentro.
Es la historia de una madre y una
hija, y se van viendo de forma paralela escenas de los cuidados que la madre
daba a su hija cuando ésta era pequeña, y los cuidados que la hija da a su
madre, enferma de Alzheimer. La madre va perdiendo facultades y cada vez
precisa más ayuda, y no siempre es fácil atenderla. En una ocasión la joven se
confía a una buena amiga y se muestra muy triste pues su madre ya no la
reconoce pero ella tampoco reconoce a su madre, a la mujer maravillosa que
tanto la ha querido y cuidado, que tanto se ha desvivido por ella; ha perdido
totalmente su identidad, ya no queda nada de la mujer que fue. La amiga, para
consolarla le dice que siempre queda algo, aunque no lo parezca.
Esa noche se acuesta al lado de
su madre, la abraza, intentando buscar su cariño, apoyo y calor, como cuando
era pequeña, como cuando estaba enferma y su madre la cuidaba y perdía horas de
sueño por ella mientras la acunaba y le cantaba una bonita canción de cuna.
Entonces, cuando piensa que ya no queda nada de la identidad de su madre esta
empieza, como en un susurro, a canturrear aquella canción y vuelven a viajar
juntas a esa época feliz, a ese rincón de los recuerdos, a ese pasado lejano
que parecía perdido entre las brumas de la enfermedad de Alzheimer.
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