Mike Nichols, el director de películas míticas como ¿Quién teme a Virginia Woolf? o El graduado, por la que obtuvo un Oscar, ha fallecido a los 83 años de edad, al parecer, de un infarto agudo de miocardio. Era uno de los directores más prestigiosos de Hollywood y, probablemente, uno de los pocos en ganar los premios más prestigiosos para un director: El Oscar, el Tony, el Emmy y el Grammy.
Su verdadero nombre era Michael Igor Peschkowsky, y había nacido en Berlín en 1931. En 1939 huyó de su ciudad natal con sus padres, escapando de los nazis, pues pertenecía a una familia judía de origen ruso. Con siete años llegó con su familia a Nueva York, la tierra de las oportunidades, para cumplir el sueño americano y olvidar el sufrimiento que se estaba viviendo en su tierra.
Estudió Medicina aunque abandonó la carrera para dedicarse al teatro, inicialmente como preparador de actores, director teatral y posteriormente director de cine. En el teatro dirigió obras como Descalzos por el parque (1963), La extraña pareja (1965), o La loba (1967).
Ante sus éxitos teatrales, el séptimo arte puso sus ojos en Mike Nichols, y en este medio obtuvo también grandes triunfos. Empezó con ¿Quién teme a Virginia Wolff? y menudo comienzo, pues la película fue un bombazo y obtuvo muchas nominaciones. Sus protagonsitas Liz Taylor y Sandy Dennis ganaron la dorada estatuilla y la película obtuvo otros tres Oscar en las siguientes categorías: dirección artística, fotografía y vestuario.
En 1967 llegaría otro gran éxito: El graduado con Dustin Hoffman y Anne Bancroft y una música inolvidable de Simon y Garfunkel. Pero aquí no se queda todo porque después vendrían otros muchos títulos como Trampa 22 (1970), Silkwood (1983), Armas de mujer (1988), A propósito de Henry (1991) con Harrison Ford en el papel de un abogado que recibe un tiro y queda con graves secuelas, Closer (2004).
En 2010 recibió el reconocimiento del prestigioso American Film Institute por toda su carrera, donde hablaron, entre otros, el desaparecido Robin Williams, Meryl Streep, Nora Ephron, también fallecida y, cómo no, Dustin Hoffman, al que dirigió en El graduado y Elaine May con quien formó pareja cómica en los años 50; ambos actuaron en cabarets neoyorkinos donde eran conocidos como "los humanos más rápidos del mundo".
Toda una vida dedicada al mundo del espectáculo, muchos títulos míticos para recordarle, y creo que el mejor homenaje que podemos hacerle ahora que se ha ido es seguir viendo sus películas y disfrutando con su arte. Descanse en paz.
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